lunes, 19 de enero de 2009

Privacidad online


Hoy he estado escuchando el podcast Open Source Sex, de Violet Blue. Me encanta esa mujer. Es una bloggera sexóloga, profe de universidad, columnista, que colabora también en Fleshbot. Además, tiene una lista de películas porno para mujeres (que nos pueden gustar a las mujeres). En resumidas cuentas, es un portento. Ya os contaré de ella seguramente más adelante.

En el episodio del podcast que estaba escuchando hablaba, junto con otros expertos, acerca de la privacidad sexual en la web. Dice, básicamente, que no existe. Cuando colgamos algo en la web, por muy privado que sea, queda fuera de nuestras manos. Pasa por empresas, por servidores y está en programas con agujeros de seguridad, etc. Hablaron largo y tendido acerca de colgar material gráfico. La regla básica es que hay que asumir que cualquier cosa que se cuelgue va a tener la máxima difusión posible. Es decir, que puede salir en la portada de El Pais. En el momento en que lo subes, aunque sea una cuenta privada a la que sólo tú tienes acceso, puede ser así. Por eso me gusta la regla de o cara o culo: o se te ve la cara de forma no incriminatoria o se te ve lo incriminatorio pero no se te puede reconocer.


Aparte del material gráfico, también está lo que contamos acerca de nosotr*s mism*s. Salió el ejemplo de una bloggera que escribía acerca de su vida sexual y a la cual sacaron del armario (outed), es decir, los periódicos desvelaron su identidad, en cuanto publicó su libro. Dicen que es muy difícil mantener un anonimato absoluto. Una de las cosas dicen es que cuando envías un email, por ejemplo, sale tu dirección IP, aunque la cuenta no esté unida a tu nombre ni a nada que te pueda identificar. Y esa es sólo una manera de descubrir quién eres.

Al final, acaban diciendo que la cuestión no es el material que uses en internet, sino el hecho de que el sexo se considere como algo de lo que debas estar avergonzad*. Si no fuera así no tendríamos porqué tener tantas precauciones por internet. Internet nos permite ampliar exponencialmente nuestras capacidades de actuar sexualmente y de contactar con gente afín. Hace falta gente pionera y gente que no se avergüence para que las cosas puedan avanzar un poquito. Yo estoy de acuerdo: lo malo no es que internet no sea seguro sino que se nos condene por nuestra sexualidad. Si no, nuestras preocupaciones acerca del uso sexual de internet no serían mayores que para cualquier otro uso, como las compras, o que se desvele nuestra identidad en foros de educación, por ejemplo.

La foto del gato es una que utiliza mucho, diciendo "ceiling cat is watching you masturbate". Al parecer, es una expresión.

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